De vuelta a casa

23 de Diciembre

Hola amigos,

¡Qué bien sentirse de nuevo en casa! Ahora sí que me siento feliz, llena de ilusión y completa, porque todos vosotros formáis parte de mi vida y me siento orgullosa de teneros tan cerca de mí.

No sé como empezar a escribir esta postal… son tantos los sentimientos que me gustaría volcarlos todos de golpe e inundaros de felicidad absoluta.

Una semana, cuatro días, dos días… un día, así iba contando el paso del tiempo para poder subir a ese avión que me iba a llevar de nuevo a mi tierra, con mi gente.

Preparando la maleta - Navidades 2013.

Preparando la maleta – Navidades 2013.

Sólo tenía ganas de abrazar, de besar,  y de reír de felicidad.

Es duro estar fuera y estar lejos de la gente a la que quieres. Y es entonces cuando de verdad valoras la suerte que tienes de tener esa familia y esos amigos que siempre están ahí.

Son las cinco de la mañana, suena el despertador y hay que levantarse… el tren no espera.

Nos miramos Iván y yo, sabíamos que iba a ser un día largo, pero muy especial porque cuando subiesemos esa escalera mecánica en la Estación de Castellón, ellos iban a estar ahí, con una gran sonrisa, esperándonos con los brazos abiertos. Esa es nuestra mejor recompensa, da igual el cansancio, las largas horas de viaje, los minutos interminables. ¡Ahora ya estamos juntos!

El día fue largo, son muchos kilómetros los que nos separan, pero tuvimos un buen viaje.

Cuando subimos a ese avión, sabíamos que sólo faltaban dos horas y media para pisar nuestro país. El vuelo fue perfecto. He de decir, que era la primera vez que volábamos con Lufthansa, y la sensación fue maravillosa. Sin ninguna duda, volveremos a repetir con ellos. Además, como anécdota os diré que pudimos degustar un fabuloso menú. Os muestro la foto.

Menú vuelo Lufthansa - Navidades 2013

Menú vuelo Lufthansa – Navidades 2013

Y llegamos a Barcelona.

Llegada al aeropuerto de Barcelona - Navidades 2013

Llegada al aeropuerto de Barcelona – Navidades 2013

Allí nos esperaba nuestro primer reencuentro. Mi hermano. Él también está lejos, trabaja en Oslo (Noruega).

Jose y Rebeca en la Estació de França en Barcelona - Navidades 2013

Jose y Rebeca en la Estació de França en Barcelona – Navidades 2013

Pero para él, esta experiencia todavía es más dura porque él cruzó Europa sólo. Y es muy duro vivir en un país, con una lengua muy difícil de aprender, y donde no conoces absolutamente a nadie. Sé que ha pasado momentos muy duros, momentos de valorar si tirar la toalla y volver a España, donde lamentablemente te espera un futuro incierto, y hoy por hoy, muy gris.

Jose e Iván en la Estació de França en Barcelona - Navidades 2013

Jose e Iván en la Estació de França en Barcelona – Navidades 2013

Por eso, quiero desde aquí transmitirle todo mi apoyo, mi cariño y mis fuerzas, para decirle que siga luchando, que de los momentos difíciles se aprende, y uno se vuelve más fuerte. Quiero que vuelva a Oslo, y que siga demostrando su entereza y todo lo que vale. Porque se merece todo lo mejor. Es mi «tete», y aunque me cuesta verlo crecer, sé que va a conseguir todo lo que se proponga.

Ufff… que sentimental me he puesto!! Pero necesitaba dedicarle esas palabras.

El reencuentro con mi hermano fue maravilloso. Ahora, sólo faltaba subir al último tren que nos iba a llevar a los tres directos a nuestro hogar.

Estació de França en Barcelona - Navidad 2013

Estació de França en Barcelona – Navidad 2013

El sol que tanto he añorado - Navidades 2013

El sol que tanto he añorado – Navidades 2013

Sólo faltaban cinco minutos para llegar a Castellón. Nos preparamos, cogemos abrigos, maletas, y con una gran sonrisa en la cara nos miramos los tres. Ya está. Hemos llegado.

Una sensación de nervios inunda mi cuerpo. Mi chico  nota que estoy temblando, me pregunta si estoy bien. Sí estoy bien, pero muy nerviosa.

Bajamos del tren, ahí están, los vemos, nos saludan. Son nuestros padres. La escalera mecánica se hace interminable. Y por fin…¡los abrazamos!. Muchos besos, abrazos, risas, y las primeras palabras. Sí, estamos bien.

Mi familia - Navidades 2013

Mi familia – Navidades 2013

Ahora sólo falta disfrutar de estas 2 semanas y media en nuestra tierra, para coger fuerzas y energía junto a los nuestros… y con mi sol. Nunca pensé que lo iba a echar tanto de menos, pero después de mes y medio sin sol, es uno de los mejores regalos que podía recibir en estas Navidades.

Ya lo tengo todo. Mi familia, mi chico, mis amigos, mi sol y mi mar. No me hace falta nada más.

«Una casa es el lugar donde uno es esperado» 

by Antonio Gala.